¿Qué elementos en común existen
entre una caída estrepitosa y el desconcierto de una persona que no
encuentra lo que espera? La torpeza, el acto involuntario
del hombre que cae, el efecto gracioso de la
prenda mal colocada producen comicidad.
En
principio conviene señalar que lo cómico, lo que provoca risa, es propio de
los humanos. Además, nuestra risa es siempre la risa de un grupo, producto de una cultura, de una época y de una sociedad. No es posible entender la risa como un fenómeno histórico, sino por
el contrario es preciso situarla en el interior de
un grupo social concreto. Es ya un lugar común afirmar que lo que resulta cómico en una época y un lugar no lo es en otro lugar y en otro momento. Los actores cómicos suelen admitir que sus chistes o gags
no resultan graciosos en otros países diferentes de
los suyos.
Sigmund Freud en su célebre trabajo El chiste y su relación con el inconsciente (1905) señala nuestra necesidad, en la
edad adulta, del humor para sentirnos felices en la
vida. En su investigación sobre el chiste reconoce dos
aspectos centrales del mismo: la técnica verbal y la
técnica intelectual. En la verbal la comicidad está en la expresión con que se transmite el chiste. En la intelectual del chiste no
depende de las palabras que se usan, sino del
proceso mental, del pensamiento. Los chistes verbales centran su
eficacia en el trabajo con las palabras, la condensación, la sustitución, el doble sentido, el juego de palabras, etcétera.
En cambio, los chistes basados en los procesos mentales se centran en el error intelectual, en
el contrasentido o el desatino.
En cuanto a la
comicidad en relación con la literatura, podemos decir que un texto cómico es aquel que quiere provocar la risa, que busca
que su lector al menos sonría al leerlo. Desde la
más remota antigüedad encontramos textos cómicos, burlescos y satíricos,
destinados a hacer reír a su público.
Una de las condiciones para que
se produzca la comicidad es la suspensión
momentánea de la sensibilidad y la emoción. Si nos
compenetramos emocionalmente con el personaje cómico, no podemos reírnos de
él. Debemos "anestesiar" nuestros sentimientos para reírnos, ya que
si nos identificamos con la 'víctima" de la situación cómica o ridicula,
no podríamos hacerlo. La mirada humorística es
una interpretación desviada de una realidad que puede ser trágica o angustiosa.
Los
mismos recursos de desplazamiento o
transformación del chiste funcionan en el
texto cómico, como podemos apreciar en este cuento de Roberto Fontanarrosa que presentamos a continuación.
DOÑA ROSA
DOÑA ROSA
La Hermana Rosa está insoportable. Luego de su impactante seguidilla de aciertos en los resultados de los partidos, se ha declarado en "silenzio stampa" y se niega a recibir a la prensa. Es más, patea afuera de su casa los diarios que le dejan debajo de la puerta. Incluso a este cronista, a quien conoce desde niño por ser vecinos (y al que auguró un enorme futuro en la danza), le ha quitado el saludo. A la mentalista rosarina, asimismo, la tiene a mal traer el alejamiento de José Luis Chilavert. Sin ser demasiado explícita, desliza que la relación que mantuvo con el arquero paraguayo fue algo más que una amistad. "Y algo menos de lo que muchos están pensando", recompone, intencionada. Al parecer todo comenzó en una ocasión en la que Chilavert le elogió sus atributos de adivina. La Hermana Rosa entendió "divina" y allí se precipitaron los hechos. "José Luis me envía poemas desde Estrasburgo —admite la vidente, suspirando—. Y que nadie se sorprenda. Su mismo nombre indica su descendencia de poetas franceses: Chilavert, Prevert, Cambembert". No obstante, la pitonisa asegura que el gigante paraguayo no es feliz en tierras francesas, ya que no le permiten patear penales ni tiros libres. "José Luis no quiere pensar que eso obedezca a una actitud racista —explica— ya que los franceses nunca han discriminado a los extranjeros". De todos modos, la atención de la Hermana está centrada ahora en el partido de mañana. Ella guarda especial cariño por el país trasandino. Supo recitar, en una fiesta a beneficio, en el club Leña y Leña, allá por los sesenta, poemas de Violeta Parra. Actuación que algún crítico barrial calificó de "parricidio". Su mayor éxito era la "Mazurquica modernica" con aquéllo de "me han preguntádico muchas persónicas/ si peligrósicas para las másicas/ son las canciónicas agitadóricas...". La mentalista estuvo convencida, durante muchísimo tiempo, de que la letra de la canción estaba escrita en lengua mapuche, hasta nuestros días, cuando escuchándola cantar por el Serrat, le ha entrado la duda de que esa lengua no sea el catalán.
Gabino Uriarte es un hincha argentino que viaja hoy, en moto, hacia Chile a través del histórico Paso de Uspallata. No quiso viajar en avión pues se hablaba de un corte de rutas aéreas instrumentado por un grupo de piqueteros aeroestáticos. Uriarte piensa que, en estos días, un hincha debe tener el mismo nivel de dedicación obsesiva que Marcelo Bielsa. Por lo tanto, no ha dejado ni el más mínimo detalle sin estudiar. "Cerca de Santiago —informa— está la antigua bodega familiar Cousiño Macul, que tiene unas 370 hectáreas de viña. Sus principales vinos son el tinto ligero Don Luis, el Don Matías y el Antiguas Reservas Cabernet". Argentinos, a las copas.
Fuentes: